La diferencia entre ambos es de volumen y de 'desvergüenza', no de concepto, es decir, ambas cosas son lo mismo aunque el despilfarro suele caracterizarse por su cantidad y porque es visiblemente un exceso que se nota innecesario, al que lo ve, el 'culpable' le parece un desvergonzado, alguien deshonesto, poco capaz, un derrochador... El despilfarro es un desperdicio "a manos llenas".
Si se quiere admitir que la economía es cíclica, no ocurre lo mismo con la gestión de la empresa, sin embargo lo parece, pues en tiempos de crisis se manifiesta que los costes/gastos deben ser reducidos. Ahora bien, esto es una simplicidad, pues los costes, gastos e inversiones son lo que define la empresa: una inversión de la que se espera un rendimiento. Por tanto, 'desinversionar' significa dejar de tener empresa, negocio.
El problema de fondo es el siguiente, en tiempos de bonanza los desperdicios y despilfarros son absorbidos por los beneficios, beneficios que todo el mundo mira sin preguntarse: 'ganamos, ¿pero cuanto dejamos de ganar?', los costes de los tiempos de crisis no son nuevos, son los mismos de los tiempos de bonanza, ignorados porque las cuentas salían positivas, solo ahora, cuando los ingresos son menores que los gastos, afloran. El problema más radical que es mejorar la gestión para suprimir los costes evitables es una labor que exige el cambio de la organización y por tanto tiempo largo y tesón.
Esta realidad es la que explica porque en tiempos de crisis hay empresas que todavía aumentan más sus beneficios. Las crisis, para una empresa que se ha preparado en tiempos de bonanza, son una oportunidad para dominar el mercado, para ejercer de otro modo la creatividad y métodos desarrollados.
Por excelencia entendemos los niveles superiores de producto-servicio, constantes y habituales en el tiempo, que el cliente aprecia.
Un ejemplo real de despilfarro fué la pretensión de construir un almacen por miedo (1 millón de euros), cuando el actual era suficiente para los próximos 20 años. Otro, triplicar la capacidad productiva (12 millones de euros) para "estar modernizado", cuando la capacidad actual no estaba saturada y podría sostener la actividad 15 años.
Ambos, desperdicio y despilfarro, son unas de las manifestaciones mas claras de porque una empresa no es más competitiva: se vende/gana poco (no se vende lo que se quisiera o se gana poco con lo que se vende).
La lucha contra el desperdicio(2) es una de las implacables esencias de la filosofía de gestión de las empresas japonesas más prestigiosas del mundo, Lean, o su fondo: Kaizen, trabajan incansablemente en esta línea: ¡Eliminar el desperdicio!.
Desperdicio es todo aquello que no aporta valor o que puede ser evitado, un coste asumido como necesario sin serlo, es dinero, tiempo, información, materiales, gastados innecesariamente...
El elenco en las empresas es numerosísimo, hasta en las 'mejores'.
Desperdicio son: Alargamiento de plazos, Repetición de tareas porque no se hicieron bien, realización de tareas innecesarias, contar con más o mejores recursos (materiales/humanos) de los necesarios, realizar tareas que no aportan valor: Rechazos de productos por motivos de falta de calidad, inspecciones y comprobaciones, inventarios. Por poner algunos casos.
Algunos ejemplos reales son la máquina que falla y nunca se repara cuyos efectos implican pérdidas mayores, tener plantilla ociosa por la temporalidad del mercado, producir en exceso y estocar, gastar más en una entrega o producto por mala organización, volver ha hacer una misma cosa porque se hizo mal anteriormente, no cumplir en algo especificado por el cliente y tener que asumir con ello una penalización o descuento, establecer sistemas de organización del trabajo que obligan a perder tiempo siendo evitable, no formar al personal derivandose de ello fallos y errores y su consecuentes costes... en fin la lista es infinita.
En base a nuestra experiencia diremos que los costes de una empresa son reducibles, al menos, en un 30 %, en términos generales, ese 30 % son los desperdicios: ineficiencias.
Puestos a clasificar y agrupar(3) los desperdicios tenemos(4):
Esperas, repeticiones,
tareas acortables,
situaciones evitables,
trabajo cambiante,
proceso mal diseñado o no mejorado.
La excelencia está vinculada en su base a la eficiencia, pues esos altos niveles de producto-servicio no pueden ser alcanzados si el cliente no los compra, y no basta que el cliente los considere valiosos, sino que estime el precio de ese valor, como un justiprecio. Igualmente la excelnecia esta vinculada a la eficacia en la medida en que la calidad es el logro de lo especificado y este una concordancia con lo requerido por el cliente.
Es con la supresión de los desperdicios como es posible que la organización acabe siendo de un modo excelente.
_____________________
(1) Cfr. Cuatrecasas, L. "Lean Management". Profit Editorial I., 2010. Pag 109.
(2) En japones Muda, Cfr. Imai, Masaaki: «Kaizen. La Clave de la Ventaja Competitiva Japonesa». Continental, 1989
(3) Vid. Artículo del autor: "E. G. de M" (inédito).
(4) Para profundizar vid: Costes Ocultos. Para Taiichi Ohno, los desperdicios o muda, en un entorno industrial son: Defectos en los productos, sobreproducción de bienes no necesarios, existencias de productos esperando procesamiento o consumo adicional, procesamiento innecesario, movimientos de personal no necesarios, transporte de productos innecesario, esperas de los empleados a terminación de actividades,